Y aun no he dicho nada.

11:42 Unknown 0 Comentarios

Se nos desvanecen los deseos tras montañas de problemas. Perdemos el apetito, el gozo y el consuelo.  
Se nos hunde el mundo, y a mí eso…. me hace gracia.

Leo a bukowsky y siento desprecio, no de su ser, de su alcohol en vena.
De sus noches en velas, y su marañas de verdades estampadas en texto.

Y río por consuelo, del frio enero y de los muertos anhelos.

Y sonrío, del mundo cruel y vacío, de sus inútiles habitantes y de las pompas que en el aire, estallan y se corrompen con el viento y el devenio.

Un sentimiento incoherente distinguible por su linealidad, escueto de palabras y de emociones, no es nada, es algo. Es la noche que se apaga, el descontento de lo más adentro, que ha rebotado desde la profundidad y me busca con su negativismo. Me atrapa en sus redes, me lleva a donde quiere, y me susurra. Me dilata y me confunde. Me engancha. Y para entonces olvido mi nombre, mi razón y mi ser. Olvido el olvido y me convierte. Me contrae, y me enfada. Se oculta y vuelve, y juega y se divierte. Me arrastra por mi mente. Me destruye y me mata.
                                                                              Y aun no he dicho nada...

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