Noche sempiterna

21:21 Unknown 0 Comentarios


<<Que cansado estoy>>pienso mientras escribo otra línea más de Wikipedia a mano. <<Estúpido Ricardo, podía aprobarme con el maldito 4,2 y dejarme tranquilo>>miro el reloj, marca las "00:03", la televisión muteada muestra un anuncio. Me resigno, <<y pensar que mañana tengo otro examen y todavía no he empezado a estudiar…Y aún me queda por lo menos media hora para acabar esto>>, suspiro y comienzo a escribir otra línea más de wikipedia <<¿a dónde me he quedado, era en…reflectante?>>

La estufa me hace tener calor: me quito la mesa camilla y vuelvo a mirar al portátil, me escuecen los ojos: ojos que pesan y que desean cerrarse y alejarse del brillo de la pantalla. <<Podría acostarme y terminarlo mañana>> intento despertarme meneando la cabeza <<no, mañana necesito todo el tiempo para estudiar>>. Me duele la columna de estar en el hundido sofá con el cuerpo mal girado, me inclino más sobre la hoja de papel y sigo escribiendo. Estoy deseando acabar.

Me rasco la cabeza y noto algo ¿un grano? Me clavo la uña y consigo arrancarlo, con cuidado de no perderlo entre los dedos lo saco del pelo. Miro mis dedos y veo algo que parece una postilla. La tiro. Continúo escribiendo.

Línea tras línea sigo rellenando la hoja a paso lento y cansado.  Me fijo en la parte inferior del folio <<¿Qué es eso?>>. Un bicho se pasea por el borde del folio a paso constante, minúsculo y transparente,  de tamaño no mayor a un punto del bolígrafo. Imposible de apreciar su existencia en otras circunstancias. <<¿Una termita?, es lo único que conozco tan chico y con ese aspecto transparente>>.Lo piso con el boli y miro su punta <<¿y si fuera un piojo?>> comienzo a hilar <<¿y si fuera de mi cabeza?>> me empieza a picar solo de pensarlo. Comienzo a palparme el pelo en busca de otras postillas <<¿y si estaba en la manga del pijama?, quizás haya dormido conmigo en la cama, ¡y si hay una plaga de esto en mi dormitorio!>> me pica el brazo y el pie a la vez y me rasco. Luego es el cuello y detrás de la oreja. Intento concentrarme: <<estoy delirando>>, <<Lo mejor es acabar esto e irme a dormir>>. La iluminada habitación queda en silencio y sigo escribiendo mientras involuntariamente no paro de rascarme. Escucho el reloj tic,toc. Tic,toc. <<ya queda poco>> termino y apago el portátil.  Me voy a mi cuarto y me acuesto.

Veo en la oscuridad. No paro de dar vueltas en la cama, me agobio y estiro las sabanas para que no me aprisionen tanto. Me pongo de lado y escucho un zumbido. No, no está a fuera sino dentro de mí. Lo oigo solo al apoyar la oreja contra la almohada. Tiene que ser un mosquito, debo tenerlo dentro, atrapado en la cera de mi oreja. Meto el dedo todo lo que puedo para intentar matarlo o sacarlo, pero no lo consigo. Y continua el zumbido en mi cabeza <<tendré que dormir del otro lado>>. Me quedo quieto y pienso en mañana, en lo que tengo que madrugar y en que no puedo dormir. Siento algo que se mueve por mi brazo y me rasco, los picores se expanden a abdomen y bíceps. Me coloco boca arriba y siento molestias en la barriga: me ahogo, no puedo respirar, siento punzadas de dolor, aun así me niego a moverme <<solo son nervios>>. Resisto y permanezco mirando mi habitación a oscuras. 

Escucho el ruido lejano de los coches al pasar por la carretera. A veces, cuando estoy soñoliento oigo ese susurro lejano y, sutilmente, se transforman en palabras susurradas que me despiertan sobresaltado. Pienso que hoy no es un buen día para escuchar susurros. 

Sigo esperando a que me llegue el sueño: <<Deben de ser por lo menos las dos ya>>. Llevo tanto tiempo despierto que necesito mear. Salgo de la cama y noto el frío del invierno en los pies, miro el reloj del móvil: las "3:47". Voy al cuarto de baño y enciendo la luz. Me veo en el espejo y me detengo. Pienso en lo poco consciente que soy de mi  propio aspecto: contemplo los pelos de la barbilla <<no sabía que los tuviera así>>, miro las cejas y veo como el bello va acortándose a medida que mi mirada se aproxima a la oreja. Luego me fijo en mis ojos.

Me resulta extraño no ser consciente de las pequeñas cosas que tiene mi propio iris: en el fondo para mi sorpresa hay pequeñas motitas profundas y minúscula que le dan forma, intento grabarlas en mi cabeza. Algo surge en mi cara, ha sido un musculo, se ha movido, sino fuera por el espejo ni habría sido consciente de ello. Decido ver si ocurre de nuevo y espero atento. Como un rayo aparece y desaparece otra vez. Me miro a los ojos. Me observo en el espejo hasta que todo cambia sin nada alterarse y me pierdo, en mi lugar hay alguien disfrazado de mí que me mira fijamente <<¿Quién es ese hombre?>>. Siento una repentina punzada de miedo ante la mirada de odio de aquel extraño: miedo que se apaga como una vela al volver en mí,  <<es el sueño y nada más>>. Decido al fin defecar.

Me siento en el váter y aprieto, en mis intestinos algo se desgarra precedido de un dolor intenso, y tras varios esfuerzos al final escucho unos 'ploc' que se preceden. Siento una gran liberación. Me pongo de pie y me limpio el culo, miro el váter. Todo se encuentra en el fondo excepto aquello que roza la superficie, lo observo fijamente. Parece estar muerto por la manera de flotar inerte en el agua, y por sus patas de aspecto crustáceo recogidas. Su cuerpo oscuro y alargado parece el de una cucaracha, su cabeza sin antenas y con pinzas me recuerda al de un escarabajo.

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