Ajedrez de la vida
Él era como un peón, escogía sus pasos a medida que llegaban, sobreviviendo
por el tablero sin rumbo.
Ella era como una reina. Decidida y capaz de todo.
Peligrosa y imponente. Racional en todo, no se exponía sin motivo.
Él aunque se movía como un rey, no lo era. Y ella aunque lo amaba no podía
sacrificar su vida por la de un peón.
Que cerca estuvieron de ganar. Si ella hubiera
olvidado quien era…
Que cerca estuvieron de ganar. Si él hubiera
avanzado lo suficiente para convertirse en otro...
Que cerca.
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