El salto al vacio

13:22 Unknown 0 Comentarios

Cuando miró abajo tuvo que agarrarse a la barandilla al sentir el temblor de sus piernas. Más de 10 metros de altura le separaban del agua. Sin duda el agua se veía lejana pero lo que temía no era la altura, ni la caída. Su miedo más profundo era lo que pudiera haber tras esa opaca superficie liquida. Si había algún hierro o alguna especie de plataforma cercana a la superficie, podría quedarse parapléjico de por vida por un salto. 

Irónico que lo que más temía era lo que no podía ver. 
Como en la vida.

Tomó aire y razonó, era una presa llena de agua con las compuertas cerradas. Era improbable que hubiese nada a ese nivel del agua a excepción de la misma agua. Respiró hondo, contó hasta tres y se dejó llevar por un vació que lo absorbió con fuerza al ritmo que las piernas le volvían a fallar. Lo que ayudó a aumentar más la velocidad de la caída. En el aire no tuvo tiempo a pensarlo pero estuvo en su cabeza de alguna forma: ya no tenía sentido preocuparse por lo que no dependía de él, si había algo tras el agua tendría que asumir las consecuencias.

Sintió el viento sonar fuerte en sus oídos, y vio acercarse el agua en apenas unos segundos.

Y nada más. 

Supo que había entrado en el agua, aunque no por sus ojos que permanecían cerrados. Cuando los abrió la oscuridad lo rodeaba. No pensó en nada, solo salió a la superficie. Salió del agua y se dirigió de nuevo a lo alto de la presa decepcionado. 

No había sido capaz de sentir su corazón. 
Ni siquiera con miedo.

Lo único que lo hacía bombear con fuerza era correr hasta morir.     

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