El cuadro de lo vivido

16:37 Unknown 0 Comentarios


— ¿Qué te parece?
—Bueno… Yo no soy una experta como bien sabes. —remarcó nuevamente ante de querer dar su opinión. Se tomó unos minutos en observar el contorno antes de dar su sentencia personal.

Contemplando aquel cuadro sus ojos se abrieron más de lo normal, estaba empezando a vislumbrar cosas que en un principio habían estado ocultas, estaba resolviendo aquel rompecabezas.

—¡Es impresionante! —Se oyó revelar para su sorpresa al cabo de un rato—. Observa que existe en las nubes un tono rojo como…de arrebol. Dando la impresión de que está atardeciendo, sin embargo el tono cambia a rosa a medida que se acerca a la línea del horizonte, como si de una aurora se tratara. Es algo que sin duda el pintor tuvo que estudiar con mucho detenimiento. Con esto consiguió que dependiendo del lugar donde se fijará la vista, nos diera una sensación de amanecer o de atardecer. Algo así como lo que pasa con la sonrisa de la Mona Lisa.

Esperó paciente a que su abuelo reflexionara sobre lo que acababa de deducir.

—Vaya, no está nada mal — respondió con tono alegre—. Un apunte, fíjate en la efervescencia de las olas en la zona que choca con las rocas, observa el detalle de cómo están dada las pinceladas. Es algo magistral, me encanta.

—Es cierto, este cuadro es….—¿Qué palabra conocía que pudiera definir esto?— ¿inefable? ¡Dios! no sé ni cómo explicarlo…. —confesó emocionada.

¡Je!— bufó el anciano sacando una sonrisa de orgullo—. Te lo dije. Ahora, entremos en lo personal, que me parece igual de interesante —su nieta le miraba expectante— ¿Qué crees que simboliza?

Reflexionó tranquila.

—No lo sé. Es que por un lado me da la impresión de que es otra época, o incluso otro planeta que se parece al nuestro; oculta algo extraño, algo difícil de explicar. Creo que su significado esconde una metáfora de algo. Nos indica algo etéreo, y delicado, extremadamente delicado. Algo que puede morir en cualquier instante, y por tanto efímero. Además por la condición que el sol plantea es irremediable que se destruya la escena. Creo, que el pintor nos está hablando de un sentimiento. Creo que nos habla de la soledad y el olvido.

—Me sorprende que digas eso ¿Por qué lo crees?

—Porque es su pura continuación —argumentó— .Es lo siguiente al momento perfecto. El pintor nos habla de lo que le espera. Nos narra su propio desenlace, está obligado a asumir esa perdida.

—Suenas con una elocuencia impropia de una joven de tu edad —reconoció el anciano—. Hace años deduje algo similar a lo que acabas de decir. Solo que yo escogí en lugar de la soledad el amor. Pensaba que simbolizaba un amor eterno, algo que es y está destinado a dejar de ser. Por eso el sol se mueve. Por eso muere el momento perfecto. Llegué a reflexiones de que lo eterno no siempre es para siempre, ¿Cómo decía el conejo en Alicia en el país de la maravillas?

“¿cuánto es para siempre?
a veces solo un segundo”

»Incluso pensé que el autor quería exponernos algo más, preguntarnos si la perdida de ese amor, merecía la pena a cambio de su propia vivencia.

Todo aquello le dio mucho en que pensar a su nieta.

—Abuelo, ¿Y ahora en qué crees?

—Veras, este cuadro fue una verdadera epifanía el día que lo descubrí. De eso ya hace más de 50 veranos. La primera vez que lo vi, venía cual sonámbulo surcando los pasillos del museo; ajeno a todo, observando, de pasada cuadros mitológicos que narraban caídas de colosos y luchas de minotauros sin prestar mayor atención. Pero entonces viví lo que suelen llamar una 'serendipia'. Encontré este cuadro, y sin saber qué era y lo que escondía, supe que algo más había en él.

»No puedes imaginar lo que te envidio, ojalá hubiera podido advertir la belleza que guardaba como tu acabas de hacer en tan poco tiempo. A mí, me llevo décadas aprender a distinguir cada minúsculo detalle. Horas de contemplación y silencio. Si no fuera un objeto podría hablar de limerencia —bromeó— o locura simplemente.

»En cada etapa de mi vida le he hallado algo distinto: amor, soledad, alegría…

»Ahora creo que habla de la eterna juventud, algo que no muere dentro de nosotros. Será cosa de la edad. Pero para mí, nosotros somos ese cuadro. Dejamos de ser brillante y desaparecemos a simple vista, menguamos como nuestros cuerpos. Pero permanecemos inmarcesible en nuestro interior. Nada ni nadie podrá jamás arrebatarnos lo que somos, lo que fuimos, y lo que continuamos siendo aunque no se aprecie a simple vista.

Condiciones de relato a cumplir
- Relato entre 700 y 770 palabras.
- Que por lo menos aparezcan 15 de estas 20 palabras.
- Que haya un ser mitológico, mitad humano y mitad animal.
- Que se hable de la juventud eterna.

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